Churros con tradición
El Moro es una de las churrerías emblemáticas de la Ciudad de México, su aroma a chocolate y a churros, invita a disfrutar de una dulce tradición.
Entre
las calles de la Ciudad de los Palacios, se encuentra la Churrería El Moro, ubicada
en el recinto que alguna vez ocuparon las caballerizas del Convento de San
Francisco, en el Eje Central Lázaro Cárdenas número 40, en una casa de estilo
colonial. Desde 1935 se elabora el más calientito chocolate acompañado de crujientes
churros bañados de azúcar o canela.
El
Moro es fundado por Francisco Iriarte, quien llegó de España en busca de
fortuna a la Ciudad de México. En recuerdo de las fiestas españolas donde se
vendían churros, nació la idea de vender churros en el zaguán de la vivienda.
El
lugar se distingue por tener a la vista la cocina, donde se elaboran a diario
gran cantidad de churros. A pesar de la modernidad se disfruta de ver cocinar
en braceros de ladrillo rojo, cubiertos por mosaicos de talavera, en los que se
encuentran incrustados grandes cazos donde se cuecen los churros. Así hasta las
mesas se puede percibir el aroma y la forma tradicional culinaria de hacer
churros.
La
receta es muy sencilla y tradicional, es la misma de hace 80 años, harina, agua
y sal, pero eso si elaborados con mucho amor. El chocolate lo traen de Uruapan,
Michoacán y la leche es de rancho; estos detalles son los que conforman el
sabor tradicional del chocolate y los churros de antaño. Su excitante aroma del
chocolate llega hasta las mesas abriendo el apetito de cualquiera.
Durante
1999 mientras se construían las obras del metro de la línea B, el entonces
regente de la ciudad Manuel Camacho Solís, dio la orden de no dañar o quitar la
churrería, ya que es parte de la tradición y patrimonio del Centro Histórico.
Artistas
como; Mauricio Garcés, Miguel Córcega, Pedro Infante Junior, Sonia Furió, entre
otros, se han dado cita para disfrutar de los crujientes churros y de la
variedad de chocolate.
La
churrería está abierta las 24 horas. En ella se puede saborear un café con
leche, leche sola, o la orden tradicional: una taza de chocolate con cuatro
churros.
El
chocolate puede ser especial, que es semiamargo con sabor a canela; el español
muy dulce y espeso; francés que es ligero, en lo dulce; y el mexicano, que
lleva más leche que chocolate.
Un
lunes 28 de junio del 2010 El Moro sufrió de un incendio, el cual se debió a
que se sobrecalentó una máquina de cocina denominada pila, afortunadamente no
hubo grandes daños y el inmueble siguió funcionando.
Hasta
la fecha El Moro no descansa durante el año, ya que citadinos de todas las
generaciones se dan cita para disfrutar de sus crujientes churros.
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