Agustín Aragón Leyva; amante de los chiles en nogada
Apasionado periodista que dedicó su vida a la gastronomía, Agustín
Aragón Leyva, nació un 28 de agosto de 1870 en Jonacatepec, Morelos, geógrafo,
estadista, miembro vitalicio de la Academia Nacional de Ciencias, también fue un erudito del positivismo con la
biblioteca más completa de Latinoamérica. Fue uno de los pioneros de la crítica
gastronómica con la participación semanal en su columna “El Pan de Cada Día”,
publicada en el periódico Ovaciones
Siempre mostró su amor por la gastronomía y más por la
comida mexicana, grandes festines realizaba en su casa, la cual se ubicaba en
la calle Doctor Atl 215, antes llamada Pino, en la colonia Santa María la
Ribera.
Agustín contrajo nupcias con Nicte-Ha y tuvo dos hijas:
Nicte-Ha y Kateri. Sus gustos gastronómicos eran compartidos por la mamá de su
esposa, yucateca, auténticamente maya.
Uno de sus platillos favoritos eran los chiles en nogada
que cada 28 de agosto, día de San Agustín, elaboraba para festejar su santo.
Para sus banquetes siempre preparaba sutiles platillos con flores.
Llegaba a utilizar cerca de 35 a 38 tipos de flores comestibles, en especial la
dalia. Luchó porque se considerara como una flor mexicana, con la que elaboraba
sopa de dalias, era una crema ligera a la que al final le agregaba los pétalos al
vapor.
Dentro de su menú estaban las tortas de colorín y de yuca,
ensalada de claveles y mastuerzos, las semillas de esta última las utilizaba
como especia para sazonar sus guisos, ya que tienen un sabor parecido a la
pimienta.
Preparaba, pétalos de rosas en mermelada o las cristalizaba
con azúcar, al igual que la biznaga, otra de sus flores preferidas para tal
cometido. Era tanto el gusto por las flores que realizó un recetario reconocido
en el medio gastronómico, “Las Flores en
la Cocina Mexicana”, un folleto de seis hojas que incluye algunas de las
recetas que elaboraba con estos perfumados recursos.
El 21 de julio de 1955 organizó, El Banquete del Pulque, que
fue uno de sus eventos más nombrados, ya que entre sus amigos, estaba el Rey Carol de Rumania, quien encontraba exiliado en México.
En esta ocasión se preparó una bebida con vino blanco, sidra y pulque, la cual fue llamada champaña blanca. Entre los
platillos de la cena figuraron gusanos de maguey con su escolta de rancheros
(chinicuiles).
En el menú también figuraban la sopa de la reina Xóchitl, mixiote del
estado de Pachuca con pescado a la veracruzana, riñones empulcados, ayocotes en
tlachicotón, frutas de la estación como postre, curado, café y té de limón. El
costo del banquete era de 35 pesos de ese entonces.
En algunos otros banquetes preparaba quesadillas de flor de
mastuerzo, flores de calabaza al vapor, rellenas de queso fresco y bañadas en
una salsa de guajillo, la misma preparación le dio a las flores de maguey.
Otras de sus entradas majestuosas eran los sopes coronados con flor de tuna,
tamalitos de flor de cuitlacoche y cabuches empanizados. Los asistentes al
banquete esperaban ansiosos la sopa, ya que era una de sus especialidades, como
la de pétalos de girasol en caldillo de tomate verde, de zempasúchitl con
camarones en caldo rojo.
Entre los platos fuertes sobresalía el pato a la flor de
Jamaica, tortas de flor de izote en caldillo de jitomate, los tamales de pollo
con brotes y flores de aguacate, el mixiote de flores de colorín en salsa de
mulato y muchas especias, flores de frijol en mole y tortas de huauzontle en
clemole. Estos platillos los acompañaba con ensaladas de botones de diente de
león, claveles blancos, mastuerzos amarillos y anaranjados con una vinagreta de
flores de albahaca y de romero.
Y, para terminar, los insustituibles frijoles, caldosos o
refritos, adornados con sus propias flores o con las del fresno. Todo esto era
acompañado con tortillas, gorditas o panes en donde a la masa se le agregaban
flores de encino, de casahuate o de sábila, que dan sabores y apariencias
especiales.
El postre era la sorpresa para los comensales, ya que eran
violetas cristalizadas, pétalos de rosas garapiñados, mermelada de flor de mayo,
chocolate con flores de cocohuite y helado de heliotropo.
Llego a practicar la cría de conejos, decía “hay que
consumir carne de conejo”, tal campaña lo llevo a organizar el "Festival de la
Liebre". Entre sus invitados estaba Andrés Henestrosa y el Regente citadino de
los años 60, Ernesto Uruchurtu, y otras personalidades como Frida Kahlo,
Dolores del Río y Torres Bodet.
En una ocasión preparó un banquete para Josephine Baker,
bailarina y cantante exótica de los años 20. Y en su honor elaboró comida de
África, América, Asia y Europa, debido a que ella era directora de la Sociedad
en Contra de la Discriminación Racial.
Su costumbre era cocinar en cazuela de barro y de cobre, él
mismo las curaba. Le gustaban mucho los vinos de Aguascalientes y de Baja
California.
Otra de sus preparaciones favoritas eran los chayotes y
chinchayotes en salsa meca, una salsa de Ameca Ameca preparada con crema, chile
ancho, ajo y chayotes ligeramente cocidos.
Para sus banquetes fabricaba unas servilletas de papel en
las que se imprimían las recetas del menú del banquete. Mientras los comensales
disfrutaban del banquete, Agustín hablaba frente a un micrófono para explicar
la historia y la tradición de los platillos.
La
gastronomía en todos los sentidos
Uno de los libros más importantes de cocina que el
periodista introdujo fue Diccionario de
Recetas de Cocina, Repostería, Helados y Bebidas, editado en 1942 en dos
tomos, donde se muestran las tendencias en ese momento de la cocina mexicana.
Otro de sus logros gastronómicos fue fundar en 1939 la Academia
de Gastronomía y Bromatología, ciencia que estudia los alimentos. Además colaboró
en campañas para incrementar el consumo de productos pesqueros y del uso
culinario del conejo.
Entre las campañas que propuso en su tiempo estaba la de
“La Salud y la Belleza, Ajo, Limón y Cebolla”. Otra de sus campañas promovía
que la gente consumiera el huevo de avestruz, ya que tiene alto poder
nutritivo.
Los jueves los convertía en día dedicado a los banquetes e
invitaba a los que pasaban. Les decía, ‘ahora tengo chalupas poblanas, tengo
taquitos de no sé qué, tengo mole poblano, tengo mole verde’.
Les daba la prueba a los transeúntes y les explicaba: ‘está
hecho de tal forma, o de esta otra’.
Una de sus filosofías era que no vendía folletos ni libros,
sino que decía que él tenía su biblioteca. Esto de los banquetes era una
satisfacción para Agustín Aragón Leyva.
No nada más se dedicó a la gastronomía, otra de sus
aficiones fue la música, una de sus obras fue la composición del Himno de la
Marina. También fue cineasta y poeta.
Fuentes:
- Entrevista con el escritor, dramaturgo y gastrónomo Alejandro César Rendón
- Diccionario de Recetas de Cocina, Repostería, Helados y Bebidas, Agustín Aragón Leyva, editado en 1942.
- Diccionario de Recetas de Cocina, Repostería, Helados y Bebidas, Agustín Aragón Leyva, editado en 1942.
-Recetario La Cazuela
y sus Milagros, Alejandro César Rendón.
-Historia de la Cocina México a través de sus
publicaciones, Puig y Stoppen, edición del Museo Franz Mayer
-Flores a la mesa, Alejandro César Rendón, Revista Ritos y
Retos del Centro Histórico, julio-agosto, 2004.
-Libro de Santa María la Ribera, Carlos Bernardo, Graciela
Henríquez Escobar y Armando Hitzelin Villareal
Estimada Adriana, Muchas gracias por escribir y publicar sobre la gran labor de mi abuelo Agustin Aragón Leiva (Agustín Felipe Aragón y Leyva). él nació el 7 de noviembre de 1903 en la Ciudad de México, y falleció el 30 de noviembre de 1962 en su casa de Santa María la Ribera en la CDMX. Le agradecería mucho si pudiera corregir este dato. Mi abuelo fundó la academia mexicana de gastronomía y bromatología en 1939. Gracias de antemano por su atención. Saludos cordiales, Deidre Kateri Aragón.
ResponderEliminarHola, buenas noches la información que brinda es muy buena, yo estoy muy interesado en datos biográficos sobre su bisabuelo el filósofo positivista Agustín Aragón y León, me ha sido imposible encontrar una biografía de él. Saludos cordiales.
EliminarEl retrato en su artículo es el retrato de mi bisabuelo, Agustín Aragón y León, el filósofo positivista, estadista, ingeniero geógrafo, fundador de la revista positiva e inventor del micro vernier. Mi abuelo Agustín Aragón Leiva, en efecto, fue fundador de los Clubes científicos, los cuales fueron precursores de lo que hoy conocemos como el CONACYT. Gracias otra vez por documentar las contribuciones de mi familia.
ResponderEliminaraltamente emocionado porque el visitaba cada año a mi madre c q,e,p,d } en el pueblo de jonacatepec, morelos poco recuerdo de el pero si lo salude siendo yo de una edad 7 8 9 años,por cierto hace mucho tiempo en mi pueblo de jonacatepec,se innauguro una pequeña biblioteca en su nombre,probablemnte esta ya no exista,agradezco toda la informacion sobre el,muchisimas gracias saludos
ResponderEliminarAsi es, Agustin Aragón Leyva fue hijo de Agustin Aragón y León, mi bisabuelo, actualmente en su casa de Jonacatepec vive Francisco Gutierrez Aragon de 91 años de edad, quien es sobrino de Agustin Aragon y León.
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