Pastes, una tradición inglesa

Los pastes, ricas empanadas que se elaboran en el estado de Hidalgo, rellenos con diversos ingredientes, son una de las preparaciones obligadas de la gastronomía regional, en especial de la ciudad de Pachuca y Mineral del Monte, tradición que dejaron los ingleses a los antiguos mineros, desde principios del Siglo 19.

El origen de esta preparación, que se puede comer fría o caliente y cuyo nombre se deriva de la palabra cornish pastry, del genérico en inglés para las pastas de panadería, data de 1824 cuando llegaron los británicos a explotar las minas a Pachuca y Real del Monte.

Se dice que entre los personajes sobresalientes de la época estaba el capitán John Vetch,  quien los pedía sin ton ni son, y de acuerdo a la costumbre de su tierra: rellenos de carne de res picada, papa, perejil, pimienta y estragón. Con el tiempo, claro está, los sabores de México fueron ganando su lugar y desapareció el estragón, cediendo su lugar a la cebolla y las rajas.

Gradualmente se convirtió en comida de mineros, pues era el único alimento que se conservaba en las minas y para las largas jornadas de los trabajadores.

Esta es una de las preparaciones representativas del estado de Hidalgo, tierra rica en minerales especialmente en plata, cobre, zinc y manganeso. El paste es una empanada horneada de harina de trigo, y el tradicional y original paste esta relleno de papa, poro, cebolla, perejil y rajitas de chile verde.

En algunos poblados cerca de Pachuca, todavía se acostumbra el pulque, el cual lo agregan a la harina para fermentarla, añaden huevo, manteca de puerco y leche, dicha mezcla da una textura crujiente, tersa y suave.

Es uno de los alimentos preferidos de los hidalguenses. Se acostumbra comerlos a todas horas. Por las tardes se acompaña con un jarrito de café. Actualmente los hay con masas sencillas o apasteladas, y con muchos rellenos.

Los dulces son de piña o de arroz con leche. Hoy por todo el estado se elaboran de diversos rellenos, según la imaginación y creatividad de quien los vende. Los hay de mole verde y rojo, rellenos de algunos embutidos y los dulces de queso con zarzamora, de frutos rojos, de piña o leche pastelera.