Cantina "Salón España"
Fundada en 1925 por refugiados españoles que llegaron a
México en la época de la Guerra Civil, lugar que guarda algunas tradiciones y
costumbres de esa nación, ya que hasta la fecha hay venta de sardina, aceitunas,
alcaparras, angulas y mejillones.
A la fecha se tiene una carta con 180 marcas de tequila,
la cual es atractiva para los clientes. Aún en sus mesas se escuchan como se
deslizan los dados y los naipes en ellas, los parroquianos se entretienen
amenamente jugando domino, cartas o ajedrez, mientras disfrutan de un caballito
de tequila, el más solicitado es El Tesoro de Don Felipe, es un tequila
auténtico de Arandas, Jalisco.
En ocasiones han visitado la cantina artistas como el
actor, comediante y cantante Sergio Corona, así como la bailarina Tongolele.
En sus inicios la cantina era frecuentada por algunas
personas de la Secretaria de Educación Pública y del famoso barrio
universitario, así como de la escuela de jurisprudencia, que se encontraba en
contra esquina.
Tal vez pasaron esos tiempos en que se escuchaba por esas
calles el eco del Goooooya, Goooya, Cachún, Cachún, ra, ra, Gooooooya,
Gooooooooya, ¡Universidad!, pero los clientes asiduos al Salón España, siguen
siendo fieles a la tradición de ir a pasar un rato agradable y saludar a los
amigos, así como gozar de su carta con gran variedad de platillos.
La carta es amplia, ya que hay una gran variedad de
pastas y una buena selección de carnes y cortes, que se pueden acompañar con
una buena cerveza de barril.
Durante la semana “El
Salón España” cuenta con una carta extensa de ricos platillos, como un delicioso
pozole, quesadillas de papa y las tradicionales tortas de cantina, de pierna,
de sardina y de atún.
Quien acude a esta bella cantina puede disfrutar de una
rica botana, ya que es muy abundante, como la paella es deliciosa, el lunes y
martes hacen una gran variedad de pastas, papas con rajas o al gratín y por
supuesto algunos días no falta la fabada. En época navideña se preparan
romeritos, bacalao y lomo de cerdo.
Un espacio para disfrutar un buen trago entre los muros
que colindan con lo que fuera el convento de “La Enseñanza”, en el siglo XVIII.
Excelente cantina. Cuando trabajaba en Porrúa ahí estábamos todos los viernes para pedir un buen chamorro.
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