La miel es un endulzante natural que además de fungir como energético, aporta minerales y vitaminas como la A, C, D, E, K y algunos nutrientes del completo B, lo que la hace ser una comida saludable que posee la propiedad de ser el único alimento natural que no caduca.
Es un alimento que se consume en el té, la leche, el café, los hot cakes
y el agua de sabor. Desafortunadamente por los problemas que se presentan del
calentamiento climático la producción es baja y varias especies de abejas se
encuentran en peligro de extinción. Por ello la Secretaría de Agricultura,
apicultores y autoridades acordaron un censo nacional de productores y
colmenas, para el fortalecimiento de la producción de miel.
Actualmente la
Secretaría de Agricultura atiende las peticiones de los apicultores de los
estados de Campeche, San Luis Potosí, Querétaro, Tamaulipas, Zacatecas,
Veracruz, Guanajuato, Michoacán y Puebla, para rescatar la producción de la
miel mexicana.
En nuestro país, el consumo de miel por
persona es de 200 gramos al año. Las cifras anteriores son realmente alarmantes
ya que México es el séptimo productor mundial de miel y ocupa el tercer lugar
en exportaciones, siendo Alemania y Reino Unido sus principales compradores
desde hace cinco décadas.
La miel no sólo aporta beneficios a nuestro cuerpo y
nuestra salud, también lo hace a la economía mexicana. En México rebasa los 2 mil 500 millones de
pesos, con la obtención de más de 70 mil toneladas anuales, producidas
principalmente por los estados de Yucatán, Campeche, Jalisco, Chiapas y
Veracruz.
La miel es una excelente alternativa. Es el alimento
ideal para endulzar infusiones, zumos, batidos y cualquier bebida que acepte
edulcorantes. Otorga un sabor especial a asados, vegetales, y por supuesto,
postres; además, al consumirla apoyamos a la economía nacional.
El color de la miel es variable, ya que intervienen
muchos factores como el suelo y tipo de flores de las que recolectan el néctar.
La miel puede clasificarse en blanca, ámbar, oscura y extra oscura. En zonas
costeras, suele darse la oscura; mientras que las zonas altas predominan las
claras.
Asimismo, las mieles que se producen de las flores de los
cítricos son de color ámbar. Las de las flores del coco y del aguacate son de
color ámbar oscuro.
Hay mieles que llegan a conservar el aroma de las plantas
de las que proceden. Pueden existir tantos sabores y aromas diferentes, como
plantas productoras. Existen una relación entre color, sabor y aroma: las
mieles de color oscuro son aroma y sabor fuerte; las claras y ámbar son de
sabor y olor suaves y delicados.
El color de la miel es variable, ya que intervienen
muchos factores como el suelo y tipo de flores de las que recolectan el néctar.
La miel puede clasificarse en blanca, ámbar, oscura y extra oscura. En zonas
costeras, suele darse la oscura; mientras que en las zonas altas predominan las
claras.
Asimismo, las mieles que se producen de las flores de los
cítricos son de color ámbar. Las de las flores del coco y del aguacate son de
color ámbar oscuro.
Hay mieles que llegan a conservar el aroma de las plantas
de las que proceden. Pueden existir tantos sabores y aromas diferentes, como
plantas productoras. Existe una relación entre color, sabor y aroma: las mieles
de color oscuro son de aroma y sabor fuertes; las claras y ámbar son de sabor y
olor suaves y delicados.
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