Bar Mancera
El Bar Mancera, es una joya arquitectónica. Ha servido de
escenografía para varias cintas, como Los
de Abajo, según la novela de Mariano Azuela, donde ocurre la muerte del
Güero Margarito y en la cinta de La Reina de la Noche, retrato de la vida de la
cantante mexicana Lucha Reyes, realizada en 1994, bajo la dirección de Arturo
Ripstein.
Resalta la fachada de tezontle y vanos de cantera
labrada. En el interior, relucen las formas recargadas, caprichosas; sus
elegantes vitrinas de madera con vidrios emplomados y biselados; así como los
cuadros que exhiben a Baco, el dios del vino, en la iniciación de un joven al
deleite del vino; y la Odalisca,
copia original del cuadro que se encuentra en el Museo de San Carlos.
Este maravilloso lugar se encuentra en la calle de
Venustiano Carranza 49 en un edificio que fue construido en 1865 por el
ingeniero y político Gabriel Mancera. Recién construido era un lugar de
reunión de políticos, intelectuales y empleados. Gozaban de un rato de esparcimiento,
bebían una buena copa de vino y se deleitaban con algún platillo.
A partir de 1921 el edificio funcionó también como hotel.
El bar está vinculado a su historia. Actualmente
ya es un local aparte, originalmente fue parte del hotel. Se mantuvo así hasta
el 2 de febrero de 1979, cuando el hotel fue cerrado definitivamente.
Más tarde el edificio fue adquirido por el Sindicado de
Empleados del Departamento del Distrito Federal.
Es de un estilo barroco: se aprecian los detalles alegóricos que hacen alusión a esta época y algunos cronistas detallan que “El arte de la Contrarreforma, como lo llamaron los misioneros jesuitas. Incitaban a los fieles a las experiencias y emociones para acercarse a Dios”.
Un elemento distintivo es la barra dorada a la usanza
clásica, con más de 30 años de existencia. El buen bebedor puede apreciar la
variedad de licores, rones, whiskys y vodkas.
Dentro de la carta se puede disfrutar de un buen trago
acompañado de una “tapa”; jamón
serrano y queso, calamares o pulpos, tortilla de papa y algún otro guiso
elegido por el comensal.
La cantina cuenta con un menú muy completo, con carnes y
pescados preparados a la gallega: el solomillo a la mancera, especialidad de la
casa: filete de cerdo de corte francés, servido con papas a la francesa y
rebanadas de jitomate; el asado de res con chipotle, papas y chícharos.
También figuran el cocido gallego: carne de cerdo,
ternera, chorizo, papas y berzas; hojas parecidas a las acelgas.
Por tradición y costumbre, aún por las tardes los
comensales acuden a jugar partidas de cubilete y dominó. También es una
excelente sede cultural, ya que se llevan a cabo noches de jazz, presentaciones
de libros y algunas charlas culturales.
Las bebidas que más se consumen son el clamato, los
tequilas reposados, acompañados de una tradicional sangrita y las cubas con ron.
Su arquitectura, muebles y barra, hacen del Bar Mancera
un lugar extraordinario, de tradición del Centro Histórico.
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