La peninsular
Enclavada en uno de los lugares mágicos e históricos de
la Ciudad de México, en la calle de Corregidora y Roldan, se encuentra una de
las cantinas antiguas, que aún conserva parte de la historia de México, La Peninsular.
Data de 1872 y ha sido escenario de interminables noches
bohemias. Algunos documentos oficiales, como la conseja popular informan que
durante mucho tiempo fue un lugar preferido de la cantante Lucha Villa en sus
mejores épocas.
En uno de sus muros se conserva el permiso que se otorgó
a las mujeres para entrar a las cantinas en la Ciudad de México. En 1982 se
distribuyó una circular, dónde se otorga el permiso legal para casados que
viene impreso en una tarjeta y dice así; “Hago
constar por la presente, que autorizo a mi pareja para que se divierta cuando
quiera cuando quiera y pueda, beba hasta emborracharse, juegue y se distraiga
con cuantas señoras y señoritas se le presenten”. Firman la señora y la
suegra.
Caminar por estas legendarias calles se puede apreciar su
hermosa fachada, sus mesas invitan a jugar dominó (hueso) o dados (cubilete o
cuero), cartas y a charlas largamente con los buenos amigos. Es un lugar
tradicional, una cantina antigua que sirvió de escenario en la película “El Callejón
de los Milagros”, otra de las historias es que en muchas ocasiones el pintor
José Luis Cuevas, después de tomar un rico helado en la nevería “Mi Lady”,
visitaba La Peninsular. Por sus mesas han pasado grandes personalidades del
medio artístico
Su carta es extensa, entre las que destacan las enchiladas
sencillas y en estos días de vigilia no puede faltar un buen caldo de pescado o
calamar a la mexicana.
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