Francisco Toledo, in memoriam
Artista plástico oaxaqueño, místico, andante y creador de grandes obras. Fue como el teozintle, base de un semillero que hoy envuelve a Oaxaca en sus lienzos y obras pictóricas. Toledo dejó un legado que pocos conocen, como el ser defensor de la cultura del maíz y de la cocina tradicional oaxaqueña.
En algunas de sus obras plasmó este maravilloso grano que
fue domesticado por antiguos pueblos de México. Francisco Toledo siempre defendió
la siembra tradicional, el nixtamal y sobre todo las recetas de su tierra, su tostada
de maíz criollo, azules con salsa, queso y chapulines, no la cambiaba por nada.
Francisco Benjamín López Toledo nace en Juchitán, Oaxaca un 17 de julio de 1940 y
muere un 5 de septiembre de 2019, destacó por crear un extraordinario colorismo
en acuarela, en grabados, al óleo, el diseño de tapices con variedad de
texturas, litografías, el gouache, el fresco y la cerámica o la escultura en
piedra, madera y cera.
En varias obras están los matices con colores creados por
semillas, hierbas y flores de Oaxaca. Los cuales el pintor los creaba de forma
artesanal y molidos en metate.
Pero el amor al arte y su tierra no paro ahí, fue un
hombre comprometido con sus orígenes indígenas y promotor de defender el
patrimonio artístico del estado de Oaxaca. Es por ello que en el 2002 enfrentó una lucha contra la cadena de comida rápida McDonald´s.
Uno de los proyectos de dicha franquicia era instalar una
sucursal en los portales en el centro histórico de la ciudad de Oaxaca, por lo
que el artista expresó, que esto causaría daños a la economía y al patrimonio
cultural de dicha ciudad, ya que el Zócalo para los oaxaqueños es un espacio
sagrado y donde se da la presencia y convivencia de los pueblos indígenas del
estado.
El pintor en su momento expreso que exhortaba a las
autoridades de la empresa extranjera a buscar un lugar fuera del Centro
Histórico para ubicar su franquicia, y añadió que la comprensión puede señalar
un gesto de buena voluntad y sensibilidad hacia el patrimonio cultural de los
pueblos, una muestra de respeto que mejorará la imagen de su empresa en México
y en todo el mundo.
No contento con los procesos de los escritos, las manifestaciones
siguieron pacíficas y en el mes de agosto del mismo año organizó una tamaliza
en el Zócalo de Oaxaca en protesta.
Invitaba a la gente, en especial a los niños, diciendo; “Estos si son de a de veras y tienen ingredientes
naturales”.
Justo a la hora del desayuno, llegaron las tamaleras y
tres bandas de música, se empezaron a repartir los ricos tamales de mole,
dulce, frijol y rajas. A la par bellas mujeres de Tlacolula de Matamoros,
repetían ¡Tejate, una bebida preparada con maíz, cacao y canela!!!
La batalla duro un año, pero nadie se dio por vencido y
el pintor fue apoyado por intelectuales y activistas sociales de todo el país.
Al final ganó ya que el entonces alcalde de Oaxaca, Gabino Cué, realizó una
consulta y la mayoría de los oaxaqueños rechazaron la apertura de esa
franquicia.
Francisco Toledo deja un gran legado cultural, humanístico,
de lucha social, cultural y gastronómica para todo Oaxaca, ya que defendía el
cultivo del maíz, a menudo repartía tortillas de maíz criollo para mostrar el
valor culinario local frente a las compañías multinacionales o los alimentos
transgénicos.
Toledo será recordado por su obra, pero también por ser
un hombre de maíz.
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