Header Ads

El pan, alimento imprescindible en la dieta mexicana


Esponjoso o crujiente, un pan con una rica taza de café por la mañana, es la mejor opción para iniciar el día. El pan cocina su historia en México en el siglo XVI desde entonces ha formado parte del desayuno o de la merienda mexicana. De acuerdo a estudios por la Cámara Nacional de la Industria Panificadora los mexicanos consumen cerca de 33 kilogramos al año. 


Es un mito que el pan engorda. Una rebanada de pan contiene aproximadamente un gramo de grasa y alrededor de 72 kilocalorías; aporta vitaminas y minerales, proteínas, fibra, antioxidantes. El pan se elabora a base de harina de trigo, ingrediente principal que contiene proteínas y almidones; levadura, que aumenta la acidez de la masa; agua para disolver todos los ingredientes; azúcar y sal que proporcionan color, sabor y aroma.

El pan es un alimento bastante popular en México, el Estado de México, Veracruz, Puebla, Oaxaca, Ciudad de México, Sonora y Michoacán concentran más de la mitad de las industrias panificadoras. 


De acuerdo a datos de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora, quien consume mayor cantidad de pan por su extensión geográfica y su densidad de población es el Estado de México, sin embargo existen estados de la república mexicana, como Puebla y Tlaxcala donde el consumo de pan es elevado en relación a los demás estados del país. 

Aunque el pan tiene sus orígenes en Europa, México ha producido sus propios estilos. Durante la conquista llegaron a México varias congregaciones religiosas, las cuales enseñaron a los pueblos indígenas el manejo del trigo y es cuando surge una mezcla de ingredientes y creatividad por parte del mexicano, quienes empiezan a crear sus propias piezas de pan, entre ellos resaltan el bolillo y la telera, clásicos panes mexicanos que se incluyen en platillos típicos como las tortas ahogadas, las guajolotas y los pambazos.

Existen otros estilos de pan a lo largo de la república mexicana, como el “pan de mujer” originario de Sinaloa y llamado así porque no lleva huevo en su elaboración; este estado también ofrece el “mestiza”, un pan que combina dos harinas con un toque de anís.


El pan es una costumbre de la panadería típica tamaulipeca, consiste principalmente en recortes de pan blanco de caja, la receta de pan de pan es cocinada por muchas amas de casa y panaderos de Matamoros. Es una receta muy económica y nutritiva.

En Morelos se prepara pan de agua; en Oaxaca de yema; en Chiapas el marquesote, que incluye en su preparación azúcar y huevos; y a Guanajuato se le atribuye el tradicional pan de pueblo, el único de los que hemos mencionado hasta ahora que incluye leche en su elaboración.

La cocina poblana es variada y comparte con otras gastronomías mexicanas el mestizaje de elementos indígenas, españoles y asiáticos, producto de la historia del país. En consecuencia, la ciudad de Puebla fue famosa no solo por su cerámica, sino por la variedad de los panes. La cemita es hermana de la torta (inglesa), prima cercana del pambazo (francés), parienta lejana del paste y del emparedado y precursora histórica de las tortas gigantes que hoy se venden.

Un estado que no figura en las listas de mayores consumidores y productores es Guerrero, sin embargo la región de Costa Chica también cuenta con una gran variedad de panes. De ahí proviene la “empanochada”, bollos aplanados elaborados a base de piloncillo, harina y manteca. Las tradicionales hojaldras también deben su existencia a este estado, al igual que el pan de huevo.


                


No hay comentarios