Chilaca o Pasilla
Es una de las especies de chile más utilizadas en México, forma parte de varios platillos de la cocina
mexicana y cuya especie se produce en Chihuahua, Zacatecas, San Luis Potosí,
Querétaro, Aguascalientes, Nayarit, Jalisco, Guanajuato Michoacán y Oaxaca.
En México cuando es fresco
se le conoce como; negro, prieto, cuernillo y chile para deshebrar en
Michoacán. Una vez seco se le da el nombre de pasilla, negro y prieto.
La Chilaca una vez seca se
le nombra Pasilla y de esta manera se modera un poco el picor, lo que permite
percibir mejor su sabor. Por ello se utiliza en muchos platillos y es la base
de moles y adobos, así como también destaca en la elaboración de varias salsas.
A lo largo de la historia
el chile fue sin duda una de las especies que resultaban provechosas para los
grupos nómadas de cazadores – recolectores, ya que posee propiedades que
retardan la descomposición de los alimentos, cualidad especialmente útil para
trasladar alimentos, en especial carne. El consumo del chile siempre ha sido
importante desde la época prehispánica, por ello Fray Bartolomé de las Casas decía que “sin el chile (los mexicanos)
no creen que están comiendo”.
Uno de los platillos
tradicionales son las “Chilacas con huevo”, que forma parte de los desayunos de
la cocina mexicana. Durante el tiempo de Cuaresma se puede aprovechar para
cocinar unas rajas de chilaca con papas, también pueden ser a la crema con
granos de elote, en pollo o simplemente disfrutarlas en rajas con un buen queso
añejo, como la salsa borracha que acostumbraba comer Don Porfirio Díaz, para
acompañar la barbacoa, así lo describe Gerardo Chapa en su libro 100 Salsas.
Salsa de chilaca
6 chilacas asadas
2 dientes de ajo pelado
1 cucharada de cebolla
picada
¼ de taza de agua
Sal al gusto
1 cucharadita de orégano
PREPARACIÓN
Moler las chilacas con el
ajo, la cebolla y el agua. Sazonar con sal y, para terminar, añadir el orégano
sobre la salsa.
Salsa borracha estilo Don Porfirio
200 gramos de chile
pasilla asados y sin semillas
1 taza de pulque
3 dientes de ajo asados y
pelados
40 gramos de ciruelas
pasas deshuesadas
1 taza de jugo de naranja
8 cucharadas de aceite de
oliva
Sal al gusto
100 gramos de queso añejo
desmoronado
PREPARACIÓN
Remojar los chiles en el
pulque desde la noche anterior: Moler con el ajo y las ciruelas, añadir poco a
poco el jugo de naranja y el pulque en que se remojaron los chiles, hasta
obtener una salsa espesa. Para terminar; añadir el aceite de oliva, la sal y el
queso añejo.
Recetas tomadas del libro 100 Salsas de Gerardo Chapa
Publicar comentario